Daniel Muñoz, Jesús Zurita, Avelino Sala, Ray Smith, Luis Gómez Armenteros, Raúl Artiles y Juan Francisco Casas

Texto curatorial escrito por Omar-Pascual Castillo:

ON PAPER (Capítulo 1: grandes papeles secundarios)

a Tere, el alfa y el omega.
Esta exposición nace por causa del azar, como casi todas o al menos muchas, en las que un
observador detecta vínculos arbitrarios entre diversas obras y luego trata de juntarlas. Por
ejemplo, la constancia del uso del lenguaje del dibujo como eficaz herramienta visual que va más
allá de su anecdotario sentido esquemático, más allá de su condición de boceto y obra menor,
justo porque se agrandan y redimensionan, a pesar de saber que están moviéndose en un
territorio secundario, donde el papel condiciona su propia naturaleza.
Entonces, este gigantismo desmesurado de un conjunto de dibujos contemporáneos es el
pretexto inicial que establece el vínculo, una relación que plantea algunas preguntas obligatorias:
¿por qué el dibujo?, ¿por qué el papel?, ¿porque la contención gramatical y no el explaye
desmedido (léase: por qué narrativos y no abstractos)?, ¿por qué delicado y no bruto?, ¿por qué
no hay heroísmo aquí?, ¿a dónde ha ido?
El dibujo ha sido así un simbólico refugio desde finales del siglo pasado para abrirse
paso en exploraciones a veces más arriesgadas para aquellos artistas que prefieren desplazar su
protagonismo a un segundo plano. De ahí que se permitan derrapar, extraviarse, cambiar de aire,
de tono, de capacidad de facturación, ya sea detallista, barroquizada, gestualizada, lúdica o
experiencial.
Estos grandes papeles secundarios, albergan las preocupaciones de Daniel Muñoz sobre
cómo nos comunicamos actualmente, y cómo ha pasado a una obsolescencia arqueológica los
depositarios analógicos al ser sustituidos por los digitales, Jesús Zurita se adentra en un
paisajismo animado donde lo biológico se torna mitología imaginada, ser eptoplasmático, relato
misterioso de lo desconocido, aún cuando reconozcamos sus signos, leerlos nos resulta ilegible,
Avelino Sala des-sacraliza el magno-retrato masculino generacional por figurales apuntes de una
masculinidad rebelde y revelada, donde el anti-héroe anti-sistmético redefine nuestros nuevos
roles sociales, Ray Smith, explora aquello que los poetas surrealistas del siglo pasado
convirtieron en un divertimento irracional, el “cadáver exquisito”, esta vez con la figuración de
una mujer poderosa que nos asecha con su mirada juiciosa, sabiendo los límites de su fragilidad,
Luis Gómez Armenteros, a la contra de un orden canónico academicista practica pinceladas
acuosas de una materia viva (el vino tinto1

) para cuestionar nuestra relación fetichista perecedera
con el romanticismo del paisaje rural y lo que de esta relación deducimos, Raúl Artiles, conversa
con Luis sobre su mirada al paisaje, pero esta vez justo siendo canónico, casi hiperrealista, en
cierto sentido literal, para poner en jaque nuestro maltrato al mar, a la isla, al uso del saqueo de
la naturaleza por la mano humana como su punto de inflexión; mientras Juan Francisco Casas,
se detiene en engrandecer figuras femeninas de profesionales del mundo del arte2 como lo que
son, mujeres empoderadas y poderosas que pueden orondamente pavonearse de su triunfante
estatus.

Omar-Pascual Castillo
Madrid, España
Otoño, 2025.

Con la colaboración de las galerías: Artizar, Xavier Friol Project y Fernando Pradilla.

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Serie- Cometas en el océano
Fotografía sobre papel Hahnemühle William Turner 310 gr
50 x 33 cm

TEXTO CURATORIAL ESCRITO POR OMAR-PASCUAL CASTILLO

Fragmento del texto:
Un veril adentro, una vigía nos observa desde la distancia de rescate
(o de cómo posibilitar una crítica arqueología visual de lo futurible ya sea en el mar como en la tierra según la mirada de Valeria Real)

Mientras en sus “series marítimas o acuosas” (igual, podríamos “anotar”, rebautizándolas por su “condición líquida”, post-Bauman), la artista se comporta como una raptora de imágenes testimoniales de engañosa belleza lírica, donde no hay belleza, donde la belleza es sólo un espejismo, fruto sólo de la más pura de las destrucciones, las consecuencias de una mutación geo-localizada en el estado líquido planetario.

Una mirada se me levanta como plano alzado, plano a plano, tesela por tesela de un mosaico cuya fractalidad necesita ser reconstruida, restaurada para que se revele como verdad, como dato histórico que constata como hecho de: esto fue, esto fuimos, esto podríamos volver a ser. Mira aquí y verás, cuánta belleza habita en los estratos de la tierra. Mira aquí y verás, cuán frágil es todo aquello que en materia seca se torna. Hasta una concha anacarada, una paleolítica aleta ósea que antes nadó y nadó hasta desaparecer como especie, o una vasija rota incrustada en la piedra como maldición, como embrujo de la mano humana, como enfermedad, hasta una semilla fosilizada, se trasmutan en registro, huella pretérita, que bien podría adelantarnos un apocalíptico pensamiento clarividente. Puede que, con acentuados tintes bíblicos, augurándonos que Todos seremos polvo, pues polvo somos y polvo seremos. Curioso, que ese versículo milenario, sea ratificado por el pensamiento científico que investiga la astrofísica, cuando nos plantean que “todos somos polvo de estrellas”.


En cambio, la segunda lente, se centra en seguir las ondas expansivas que deja una pupila que rozar el mar, para allí apreciar con la misma distancia crítica de rescate que experimenta una posible presa, cómo la devastación se nos acerca. Valeria mira al mar, entonces, pacientemente, sin la primicia de la frontalidad del documento historicista, si no, más bien con la esperanza raptora de experiencias sensoriales, que evocan recuerdos abstraídos, desfigurados, aproximados al punto del desenfoque miope. Una visualidad atmosférica de lo acuoso que se contrapone con el realismo reduccionista casi post-publicitario, ultra-técnico de sus “imágenes terrestres”, donde lo literal se torna difuso, y esa opacidad lo hace poético.


En este sentido, Valeria Real, conecta con la manera de aproximarse al paisaje como un cartógrafo de Javier Vallonrath, o a la ficcionalidad dubitativa sobre la capacidad relatadora de la imagen de Joan Fontcuberta, o con cómo el dúo Rosa y Bleda se adentran en la historiografía a través de sus investigaciones en el paisaje y sus representaciones, pero a la que se le suma el sentido del humor y la poesía de las búsquedas narrativa de Dani Muñoz-San, quienes pareciesen que imparten lecciones bilaterales de cómo leer nuestro presente, articulando un diálogo con nuestro pasado, como multifacéticos artistas continuadores contemporáneos del legado del belga Marcel Broodthaers.


Una manera de andar la suya ese camino neo-historicista, así, con su dispositivo binocular que le facilita a Valeria Real, no ser realista, aún cuando su mirada sea el registro de una vigía singular, porque tiene esa lentícula dual, siendo su mejor posesión, posiblemente lo único que la distingue (algún suicida verbal se atrevería a decir), su condicionante poetizadora, la mirada agudísima de una mujer que prefiere la sencillez del silencio, allí donde los ruidos de la civilización estropean la sinfonía de la naturaleza.


Decir, que por ende, he aquí una alertadora aproximación eco-sistémica a nuestra realidad, sería simplificarla, algo que Valeria detesta, dando por hecho que sencillez representacional no significa simpleza; pues si “algo” nos ofrece su trabajo “ese algo” lo compruebo como la certeza de que nuestra existencia es mucho más sofisticada, mucho más holística, multicapas, poli-dimensional, eso que llamábamos ecuménico; como lo es, la esencia de la “auto-poiesis” que Umberto Matucana anunciara como posible capacidad del planeta de salvarse. Capacidad de salvación en la que la artista fervientemente cree. Y anotarla, es su meta, cual arqueóloga visual de nuestro tiempo, deja un testigo, da fe.


a Silvana
nuestro nexo.


Omar-Pascual Castillo
Primavera, 2025.

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Serie- Carabela portuguesa
Fotografía sobre papel Hahnemühle William Turner 310 gr
48 x 32 cm

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Serie- Carabela portuguesa
Fotografía sobre papel Hahnemühle William Turner 310 gr
48 x 32 cm

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Laboratorio
Instalación caja rayo x carabela portuguesa
Dimensiones: Acetato 42,5 x 75, 5 cm
Medidas caja soporte: 110 x 44 cm

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Serie- Carabela portuguesa
Fotografía sobre papel Hahnemühle William Turner 310 gr
48 x 32 cm

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Serie- Carabela portuguesa
Fotografía sobre papel Hahnemühle William Turner 310 gr
48 x 32 cm

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Sedimentos
Fotografía sobre papel Hahnemühle William Turner 310 gr
Soporte montado sobre dibont. Marco marrón de madera de roble
80 x 54 cm

TEXTO CURATORIAL ESCRITO POR ÓSCAR GARCÍA GARCÍA

Óscar García García (Madrid, 1978) es comisario independiente. Licenciado en Historia del Arte por la Universidad Complutense de Madrid y especialista en Tasación y Valoración de Activos Artísticos, Culturales y de Coleccionismo por la Universidad Politécnica de Valencia.

Actualmente es comisario de la exposición EUSEBIO SEMPERE & FELIPE PANTONE. Seriación y cromatismo cinético en el Museo de Bellas Artes de Alicante. Autor del libro Dios salve el arte contemporáneo para la editorial Paidós del Grupo Planeta, cofundador de PAC Plataforma de Arte Contemporáneo y director de las ferias de arte contemporáneo JUSTMAD (Madrid) y JUSTLX (Lisboa).

VALERIA REAL – GIGANTES DEL FIN DEL MUNDO

Valeria Real presenta las huellas que nos ha dejado el pasado para que nos ayuden a construir el paisaje del futuro. Disecciona las diferentes capas de los materiales y procesos fósiles para redescubrir el imaginario de un territorio remoto.

En el trabajo de investigación de la artista argentina se realiza un viaje circular entre lo micro y lo macro. Un zoom en ambas direcciones de la inmensidad inhóspita de la Patagonia, que nos ofrece un escenario natural preservado, duro y hostil, a la vez que frágil y delicado. Una exploración de nuevos materiales y nuevas texturas en busca de expandir la fotografía a otros formatos.

GIGANTES DEL FIN DEL MUNDO cuenta con la colaboración del Museo Paleontológico Egidio Feruglio (MEF), un centro de actividades científicas único en su tipo en Sudamérica, pionero en el desarrollo de tecnología aplicada al replicado y montaje de escenografías científicas. Valeria Real dirige su foco al Paleoarte, una disciplina que combina el arte y la ciencia para reconstruir animales y hábitats prehistóricos hoy extintos. Reconstrucciones realizadas con técnicas derivadas de las artes plásticas, a partir de conocimientos científicos vinculados a los fósiles. Para ello nos ofrece una mirada poética de la labor científica, adentrándose en el trabajo artesanal y tecnológico que lleva a cabo esta institución, responsable del hallazgo del dinosaurio más grande del mundo en la provincia de Chubut, la tierra natal de la artista. Simultáneamente con la exposición GIGANTES DEL FIN DEL MUNDO, los ejemplares originales y las réplicas en tamaño real se podrán ver en la muestra itinerante que presenta el MEF en CaixaForm Madrid.

Para despertar nuestra conciencia ante los daños irreversibles que estamos causando al medioambientales, Valeria Real se apropia del código estético científico y de algunos de sus valores simbólicos como la neutralidad, la objetividad o la credibilidad. El resultado de esta convergencia precisa entre ciencia y arte, es una exploración emocional de lo abstracto y lo desconocido. Una fuerza de atracción que conecta con lo intangible.

Óscar García García
Comisario de la exposición

Serie Elasmosaurus
Fotografía sobre papel Hahnemühle William Turner
50 x 33 cm

Serie Elasmosaurus
Fotografía sobre papel Hahnemühle William Turner
50 x 33 cm

Palinología
Fotografía sobre papel Hahnemühle William Turner
42 x 32 cm

Serie Eoabelisaurus
Fotografía sobre papel Hahnemühle William Turner
42 x 32 cm