Adriana Berges

BIO

Artista Plástica. Desde joven mostró una predilección especial por el lienzo y la pintura. Estudió Bellas Artes en la Universidad Complutense de Madrid y cursó su tercer año en la HAWK, Hildesheim, Alemania 2012-2013 con la beca Erasmus. A su regreso a Madrid, finalizó los estudios en Bellas Artes en 2014 y seguidamente fue seleccionada para el Máster en Arte Contemporáneo y Cultura Visual en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, para el cual realizó su trabajo de fin de Máster sobre «El espacio y el lugar en la obra de Antonio López», tutorizado por Miguel Cereceda en 2016. En ese mismo año cursó la VII Cátedra Extraordinaria de pintura por Antonio López “Ciudad de Albacete” y empezó a trabajar en el espacio de coworking creativo Quinta del Sordo como gestora cultural. Compagina su pasión por la pintura, con diversos proyectos de gestión y comisariado con artistas nacionales e internacionales.

Statement

La pintura es el lenguaje con el que más me identifico y más realizada me siento. Entiendo la pintura como técnica para constatar mi realidad y el entorno que me rodea. Lo que empezó como un simple hecho de pintar las estaciones de tren por las cuales transitaba día día, siendo estas mi lugar cotidiano, se ha convertido en un estudio de campo y de investigación sobre el lugar y el espacio en la pintura.
Entre mis referentes se encuentran: autores como José Luis Pardo, Marc Augé, Sigmund Freud y José Luis Brea, directores como Stanley Kubrick y una larga lista de pintores y pintoras clásicos y contemporáneos con los que convivo y comparto mis experiencias día a día.
Actualmente, me interesa trabajar sobre los espacios construidos para el consumo de producto, ocio y tiempo (centros comerciales y sus tiendas). Me interesa mantener la pintura como lenguaje para mostrar y la investigación para teorizar y reforzar lo pintado.
Lo que muestro son mis lugares, mis espacios de tránsito, aquellos que no elijo, sino que simplemente coincido con ellos en un momento de mi vida por rutina o por azar. Siempre vacíos, sin gente, centrándome solo en el espacio que invita al espectador a entrar.
La investigación, la teoría, la necesidad de experiencias y diálogo con otros artistas actualmente activos me resultan imprescindibles para trabajar y asentar la pintura en mi tiempo y contexto.