BIO – Carmen Selma
Carmen Selma (Valencia, 1980), licenciada en Bellas Artes en 2004 por la Facultad de Bellas Artes de San Carlos de Valencia. Ha realizado distintas exposiciones individuales y colectivas en varias galerías españolas y extranjeras. Del mismo modo su trabajo ha sido expuesto en diferentes ediciones de distintas ferias de arte en España, Inglaterra, Francia, Suecia, Alemania, Bélgica, Holanda y Austria.
En 2005 recibe el premio nacional de Art Nalón en Artes Plásticas de Asturias, y en 2019 su trabajo es reconocido por la revista de arte francesa Artension que le otorga el segundo premio en la primera edición Salón Bella Z’Art, en París.
Desde 2010 su trabajo recorre Europa a través de diferentes ferias de arte como Art Innsbruck, The Other Art Fair (Londres), Affordable Art Fair (Amsterdam, Hamburgo, Bruselas, Estocolmo), START (Estrasburgo) y Art Madrid, entre otras.
De algunas de sus publicaciones destacamos el artículo realizado por la historiadora de arte austríaca Birgit Strasser-Huber en el número 314 de la revista de arte Vernissage, en 2012 y el de la periodista francesa Virginie Moreau para el número 3013 de L ‘Hérault Juridique & Economique de 2014.
En cuanto a su trabajo pictórico, sus líneas de actuación abarcan la memoria histórica y la memoria colectiva a través de las cuales intenta comprender cómo nos desenvolvemos en nuestro contexto social y cultural inmediato. De su fuerte interés por conocer el origen de este comportamiento ha indagado en la familia, las tradiciones culturales y religiosas y en las festividades de su país natal, extendiendo su mirada desde la infancia hasta la situación de la mujer. En sus propias palabras: “Creo que el desconocimiento de nuestra
cultura y de nuestras tradiciones nos aboca a la ignorancia y, consecuentemente, al estancamiento. Una sociedad que no se conoce a sí misma, que no conoce sus orígenes, puede provocar interpretaciones erróneas o idealizadas de ella misma. Este estancamiento y esta ceguera pueden degenerar en una repetición continuada de nuestras equivocaciones pasadas. El arte, tal y como yo lo siento, es una forma de activismo que me permite profundizar en ese tipo de repeticiones a partir de nuestras propias tradiciones y comportamientos”.
“Por lo tanto, la preocupación de Carmen es el estudio del pasado, llevar a cabo un diagnóstico en base a esa mirada crítica de las tradiciones y los ritos de su país. El método elegido por ella es la pintura figurativa, un lenguaje a través del cual crea las imágenes adecuadas para llegar a los espectadores, tal es su intención como artista. Su expresividad y la visualización de los horrores de un tiempo que puede ver en Francisco de Goya su precursor, y que enlaza con las visiones de algunos de sus pintores preferidos como son
Otto Dix, del expresionismo alemán, y Egon Schiele.” (Fragmento del artículo de la historiadora Birgit Strasser-Huber).

Browncraft
Browncraft

EXPOSICIONES EN LA GALERIA 

“El color también esconde sus sombras, (mi) pintura preñada de polisemia”

TEXTO CURATORIAL ESCRITO POR SEMÍRAMIS GONZÁLEZ
Semíramis González (Gijón, 1988) es Historiadora del Arte, comisaria independiente y actualmente es directora artística de las ferias JUSTMAD (Madrid) y JUSTLX (Lisboa).
La pintura como expresión de nuestra idiosincrasia En el trazo pictórico de Carmen Selma hay una expresión muy marcada que nos
inquieta. No sabríamos decir muy bien por qué pero esos personajes que pueblan las escenas y que nos miran directamente, nos incomodan. El trabajo de Selma que vemos en esta exposición conjuga magistralmente dos cuestiones: el conocimiento profundo de la pintura misma y sus posibilidades, y la reflexión sobre lo que culturalmente nos conforma como individuos en la sociedad, como seres sociales, como comunidad.
Lo interesante del abordaje que Selma hace es su propia posición: crítica pero a la vez comprometida en reconocer aquellos ritos y tradiciones que forman parte de nuestra historia, en no perder la memoria, reivindicarla para entender mejor cómo somos hoy y en cómo podemos ser mañana. La reminiscencia de Goya es evidente, tanto en la pintura como en las ideas que la nutren, pero también se vislumbran referencias a pioneras como Paula Modersohn – Becker, precursora del Expresionismo alemán, ignorada por ser
mujer. Y es que este es otro hecho diferencial en esta exposición: las mujeres que trabajan pintura siguen siendo dignas de admiración y reconocimiento. Una tradición como la pictórica, cargada de siglos de historia patriarcal, es tomada por mujeres como Modersohn – Becker o Selma para darle un nuevo sentido, subvertir su exclusión masculina y hacernos reflexionar como sociedad.
Retratos de grupo o individuales, escenas de familia, procesiones religiosas y populares, celebraciones, desnudos… el amplio imaginario de Selma está plagado de nuestra historia y de nuestra idiosincrasia, de una forma magistralmente expresiva,sugerente, crítica. Los espíritus del pasado con toda su presencia toman la sala de exposiciones. A partir de aquí, la reflexión es labor de cada uno de nosotros.
Semíramis González

Browncraft
Browncraft

STATEMENT

Se ha escrito tanto sobre pintura y tan dispares los textos, enfrentados tantos…, que tengo la sospecha de que quedan pocas personas que se detienen a observarla. Cuántas veces he sido testigo en exposiciones, en galerías de arte o en museos, de ese flujo de personas pasando por su lado distraídas al encuentro del texto que posa al lado, como si la imagen fuera un mero complemento, su ilustración sencillamente. Pasan rápido buscando el párrafo siguiente que les abra la puerta del entendimiento, la clarividencia escrita que les sacuda y libre de su auto aceptada ignorancia ante esta disciplina de siglos.
No digo que las obras no se apoyen en fundamentos teóricos, filosofía, historia, literatura o en la experiencia propia de la o el artista, obvio.

Con el paso de los años mi propia visión ha cambiado a este respecto. El hecho de que me hayan descrito como una “artista comprometida” me parecía justo y acertado. Hoy, sin embargo, me parece una falta de respeto hacia aquellas personas que están comprometidas con una causa y dedican su vida a ella para hacer de esta sociedad algo menos delirante de lo que nos demuestra ser.
Bien cierto es que los temas que me impulsan a pintar siguen siendo los mismos de hace quince años: la Guerra Civil Española, la situación de las mujeres en nuestras sociedades, la violencia a la que seguimos sometiendo a seres humanos, animales y al planeta entero en su conjunto…
Pero me resulta tan banal decirlo así. Y creo que no haría falta mencionar, pero lo menciono, que mi trabajo viene también determinado, en esa obviedad a la que me refería antes, por el hecho de ser una mujer occidental blanca, con unos estudios y unas experiencias propias que se engloban en un contexto sociocultural específico.

Cada uno de mis trabajos tiene sin duda un significado para mí y una importancia. Esto no me obliga a imponerlo a los demás, acotando y censurando sus propias percepciones. Esta imposición nos alejaría de la parte formal de la obra, que es aquella esencial construida a partir de la forma, el color, la composición, el ritmo, el estilo… Es la parte que más tiempo me demanda, la que me ha exigido más y me sigue exigiendo sin excepción en cada una de las piezas que llevo a cabo. Un esfuerzo de ermitaña que es invisible y que es el que quiero sacar a la luz con esta exposición, en esta reflexión profunda, la causa de alegrías, pero también de sufrimientos, concentrados en cada pincelada.
Mi compromiso es la propia pintura. La forma que lleva implícita, indirectamente, el contenido. El acto de pintar es para mí la búsqueda de esa exactitud material que conecte con ese algo que estoy percibiendo/sintiendo/pensando en ese preciso momento y que nunca podrá ser sustituido por lo que cualquier otra persona perciba/sienta/piense en el momento en el que descubra de frente y en directo la misma pintura. Lo único que compartimos es el canal.
Sería un despropósito, aunque tal vez sea esa la función de la escritura, encasillar con palabras solamente la materia, que va mucho más allá de los significados teóricos, acotarla, dirigirla. Porque forma y color exigen desarrollar también su propia naturaleza, exigen, al menos, dejar de forzar a las pintoras y pintores a descuartizar sus obras con los cuchillos de la gramática, creadora acertada de otras formas menos tangibles. Y dejar de obligar a espectadores a canalizar sus impresiones en los mismos cauces, sin posibilidad de apertura.
Que de eso se ocupen otros, si acaso, pero lejos de la sentencia definitiva.
Carmen Selma.
Abril 2021